Chelo se siente a gusto con Gerardo con quien día a día congenia más. Cuando éste pregunta qué la apartó del teatro ella no se atreve a hablarle de su hija por miedo a estropear la relación.

Angélica visita a Rocío con intención de venderle unas joyas pero a Rocío, lo que de verdad le llama la atención, es su rocambolesca vida y su salida urgente de Hungría. Entre las dos surge un interés recíproco y una atmósfera propicia para las confidencias.

Armenteros se acerca un poco más a Víktor, el enigmático marido de Angélica, con quien descubre que tiene un interés común: el ajedrez. Manolita oculta a todos la dependencia que ha empezado a tener de las pastillas contra el dolor de cabeza.

Felisa ofrece a Trino dinero para que empiece en el negocio de los motocarros. Cuando Trino pregunta de dónde ha salido ese dinero, Felisa hace un viaje al pasado y le cuenta algo que ocurrió con Basilio mientras él estaba en la cárcel.